Los hábitos asentados durante la edad pre-escolar o primera infancia, suelen asentarse de por vida y más adelante resultan muy difíciles de modificar. Por tanto es prioritario educar al niño/a desde un buen inicio en la adquisición de hábitos dietéticos y de un estilo de vida saludable.
El proceso de aprendizaje comienza en la familia. En la primera infancia el consumo de alimentos depende de lo que ofrezcan los padres, la escuela infantil, los abuelos, etc. Más adelante, esta influencia irá disminuyendo adquiriendo mayor importancia la de otros factores como son los amigos, las modas o el colegio.
Es un hecho que nuestro estilo de vida y nuestra forma de alimentarnos ha sufrido grandes cambios en las últimas décadas. Los datos de sobrepeso y obesidad en España han alcanzado niveles preocupantes. Las causas son multifactoriales pero algunos aspectos que están incidiendo negativamente en los elevados niveles de prevalencia de obesidad y sobrepeso en España son una alimentación inadecuada y un significativo aumento del sedentarismo:
- Falta de una dieta completa y equilibrada.
- Falta de un estilo de vida activo.
Comer bien
La infancia constituye una etapa de la vida en la que tiene un papel esencial una correcta alimentación. Cualquier tipo de malnutrición, por exceso o por defecto, puede tener repercusiones en el desarrollo y el estado de salud a corto y largo plazo.
Es clave recuperar la alimentación mediterránea, potenciando el consumo de:
- Cereales, especialmente ricos en fibra
- Frutas, verduras y hortalizas frescas de temporada
- Legumbres
- Un puñado de frutos secos sin sal
- Aceite de oliva virgen como aliño
- Agua como bebida básica y vital
También cabe recordar la importancia de:
- No existen alimentos buenos o malos, sino una alimentación más o menos equilibrada.
- La variedad tiene que formar parte de la alimentación diaria: permite alc
anzar las ingestas recomendadas, evita la monotonía y fomenta el aprendizaje de buenos hábitos alimentarios. - Distribuir los alimentos en aproximadamente 5 comidas a lo largo del día
- La importancia de un desayuno en casa antes de ir a la escuela.
- Organizar los horarios en el seno de la familia, compartiendo, en la medida de lo posible, alguna de las comidas todos juntos
- Evitar el consumo descontrolado de snacks, dulces y refrescos
- Preparar los alimentos utilizando distintos procedimientos culinarios: asados, hervidos, a la plancha, guisados, y no abusar de los fritos. Estimular el consumo de alimentos crudos (ensaladas, gazpacho, sopas frías…).
- Potenciar el consumo de alimentos de temporada a lo largo del año
- Participar todos en la preparación y elaboración de las comidas
- Evitar transmitir aversiones a los alimentos
- Mostrar interés y satisfacción en la prueba de nuevos alimentos
Moverse
La actividad física mejora la salud actual y la futura, ayudando a relacionarse con los demás y a crecer mejor, más contentos y sanos.
Hay algunas cosas que podemos tener en cuenta para favorecer la práctica de actividad física de los niños y adolescentes:
- Darles la oportunidad de probar diferentes actividades hasta que identifiquen la que les gusta
- Compartir con ellos la práctica de actividad física
- Fomentar los deportes de equipo
- Dar más importancia al participar que al ganar
- Realizar actividades de ocio al aire libre
- Regalarles juguetes que estimulen la actividad física: pelotas, cometas, cuerdas de saltar, patines,…
- ¡Practicar con el ejemplo y moverse!
También puede ayudarte:
- Establecer normas y limitar el acceso a pantallas, incluidas las de la televisión y videojuegos, a menos de 2 horas al día
- Una mascota. Sabemos que es una decisión muy importante y que implica muchas responsabilidades pero ¿has pensado que un perro le daría un buen motivo para salir a pasear o correr?