Desayunar cada día y de una forma equilibrada y completa es uno de los hábitos dietéticos que se debe instaurar desde una edad temprana.
El desayuno es una de las comidas más importantes ya que inaugura el día y debe proporcionar la energía necesaria para un buen rendimiento físico e intelectual. Orientativamente, debería cubrir entre el 20 y el 25% de las necesidades nutritivas en la infancia.
Componentes de un desayuno completo y equilibrado
Con el objetivo de conseguir un desayuno completo, se puede dividir entre un desayuno a primera hora del día y reforzarlo con otra toma a media mañana. El desayuno admite una oferta de alimentos variada, tanto en su versión dulce o salada, pero debería incorporar los siguientes grupos de alimentos:
- Un lácteo: leche, yogur, queso (evitando los muy grasos)
- Una fuente de cereales: pan, tostadas, copos de cereales, galletas,…
- Una fruta: cualquiera, aquellas que se puedan, con piel y troceada
Se puede complementar con una grasa (aceite de oliva virgen extra) y en ocasiones, jamón u un tipo de fiambre.
Consejos para desayunar cada día
- Organiza bien la primera hora de la mañana: calcula el tiempo necesario para todas las actividades que tiene que hacer el peque antes de salir de casa. La estabilidad horaria proporciona al niño una sensación de seguridad y más sensibilidad en la adquisición de normas para la convivencia.
- Dedica el tiempo suficiente para el desayuno: procura que el desayuno no sea de pie, puedes dejar la mesa preparada la noche anterior con los utensilios y comida del desayuno que no necesite refrigeración
- Si es posible, desayuna en familia: así darás ejemplo a tus hijos de la importancia del desayuno y favorece las relaciones sociales
- Planifica el desayuno: de manera que sea variado y apetitoso a lo largo de toda la semana
Ejemplos de desayunos
La siguiente propuesta se puede aplicar a lo largo de todo el año, aunque se recomienda adaptarla a los alimentos de “temporada”, sobre todo por lo que respecta a las frutas. Recuerda también incorporar alimentos integrales o fuente de fibra. . Aquí te ofrecemos 8 ejemplos de desayunos repartidos entre la primera hora y la media mañana que pueden serte de ayuda para no caer en la monotonía.
¡No quiero desayunar!
Un 10-15% de los niños no desayuna a diario y un 20-30% lo hace de manera insuficiente, por lo que cobra importancia que la familia tome conciencia del problema. Saltarse el desayuno implica llegar a la siguiente comida con mucha hambre y puede promover el picoteo antes de la comida.
Asegurar que el niño duerme las horas suficientes y despertarlo con tiempo para evitar las prisas para llegar a la escuela puede facilitar que desayune y esté de mejor humor. Potenciando la variedad y la imaginación durante los desayunos conseguirás que resulten más atractivos y apetecibles para el niño.