Las travesuras de los recién salidos del huevo
En las familias numerosas todo es más numeroso, ¡incluyendo las dinosauriadas!
En nuestra familia hay 4 pequeñitos con ganas de pasárselo bien todo el día. Los mellizos Abel y Valeria de 5 años, el mimoso Oliver de 3, y la pequeña Claudia con 1 año.
Las travesuras de estos peques no entienden de lugares, fechas ni momentos, pero es sobre todo en verano, con todo el tiempo libre por delante, cuando sus mentes creativas no inventan nada bueno, y claro, vienen las dinosauriadas.
En mi casa, tenemos un cabecilla, que es el promotor y creador de cualquier fechoría, y éste es Abel.
Desde bien pequeñito, cuando era un bebé que ni sabía andar, ya era muy travieso. Su padre muy cariñosamente le llamaba el “Terminator”, porque terminaba o destruía lo que tuviese a su alcance.
Ahora me vienen a la mente dos de sus travesuras, porque para limpiar las machas tuve que emplearme muy a fondo…
Cuando tenía un año y medio abrió un tubo entero de crema para el pañal y se entretuvo en untarse todo el cuerpo, los muebles y el sofá y, como no tuvo bastante, embadurnó a su hermana. Supongo que fue para cuidar de que no se le irritara el cuerpo, jeje. Aquí conservo el documento gráfico para la posteridad:
Otra vez, abrió una botella de 1 litro de aceite, y se la echó literalmente encima derramándola por la cocina. ¡Los pisotones y las manchas de grasa llegaron a media casa!
No obstante, la dinosauriada más “heavy” fue un día en la bañera, estando los tres hermanos mayores juntos. A Abel se le ocurrió la idea de pintar el cuarto de baño, pero no con ceras o lápices, si no con algo que podía tener más a mano. Se hizo caca allí mismo, y empezó a pintar las paredes y la bañera, a lo que sus hermanos, les entró curiosidad y probaron también. ¡¡Hasta se pintaron las caras!! Cuando entré allí y los vi embadurnados de esa “pintura” tan olorosa, mi cara tuvo que ser un auténtico poema, pero sus caras eran de auténtica alegría jaja.
Ya os digo, que mi Abel “Terminator” ha roto las cortinas de casa, nos quitó el papel pintado de las paredes, nos ha pintado “Picassos” en todas las habitaciones, e incluso nos ha tirado hasta la cartera por la ventana…. Vamos, muchas historias para no dormir 😉
Y hablando de dormir… Las vacaciones se acaban, y la vuelta al cole ya está aquí.
Este año tenemos dos nuevas incorporaciones, Oliver y Claudia van por primera vez al cole y a la guarde respectivamente. Para que no sea un cambio muy brusco (el de pasar de las vacaciones al cole), vamos a intentar que el inicio de las clases sea algo más ameno y progresivo.
A ver cómo me las apaño para que se acuesten a una hora decente… Ahora estamos haciendo bastantes actividades al aire libre (tirolina, tenis, juegos en el campo, monopatines…) para que lleguen más cansados a la hora de dormir. Y si tienen un buen inicio de cole, acostándose y despertándose bien a su hora, el fin de semana pueden elegir una actividad que les apetezca hacer, así que ahora vamos a estar muy entretenidos.
¡Espero que vuestros peques tengan un buen comienzo de clase! J